CATULLI CARMINA     

Catulli Carmina (Ludi Scaenici)  es una cantata escénica compuesta por el compositor alemán Carl Orff, estrenada en 1943 en Múnich y basada en los textos del poeta Latino Cayo Valerio Catulo (84-54 A.C.).

Es la segunda parte del tríptico musical Trionfi al cual pertenecen el famosísimo "Carmina Burana" y "El Triunfo de Afrodita".

Está compuesta para dos solistas, coro mixto, un amplio grupo de percusión y cuatro pianos. La obra experimenta con la repetición de frases y ritmos sincopados, en la línea ya utilizada en "Carmina Burana", llevando ese juego aún más lejos. La razón por la que esta pieza es menos conocida comparada con su predecesora ha sido debatida por los estudiosos durante mucho tiempo. La interpretación que parece imponerse es que, con la caída de la Alemania Nazi y la depresión que siguió en Europa a la Segunda Guerra Mundial, no tuvo, lisa y llanamente, la oportunidad de ser representada ante una gran audiencia en mucho tiempo. E incluso ahora, es una de las obras de Orff menos interpretadas. Esta composición es otro ejemplo del brillante uso de la orquesta, la percusión y la acción escénica por parte de Carl Orff. Muestra un interesante juego escénico cantado. La historia cuenta cómo Catulo, un joven enamorado, bebe los vientos por Lesbia (trasunto de Clodia, esposa de un cónsul romano, de la que Catulo estaba enamorado en realidad).

(1943)

Personajes

Catullus

Lesbia

Caelus

Ipsitilla

Ammiana

Amatores

Meretrices

Iuvenes

Senis

Catulo

Amiga de Catulo

Amigo de Catulo

Meretriz

Meretriz

Amantes

Meretrices

Jóvenes

Ancianos


Coro

(a la izquierda los muchachos, a la derecha las muchachas, en el centro los viejos)

Pueri, Puellae
Eis aiona!
Eis aiona!
tui sum!
Eis aiona!
tui sum!
o mea vita,
Eis aiona!
tui sum,
eis aiona!

Pueri
Tu mihi cara 
mi cara amicula
corculum es

Puellae
corculum es!

Pueri
Tu mihi corculum,
tu mihi corculum!

Puellae
corcule, corcule
dic mi, dic mi,
te me amare

Pueri
O tui oculi,
ocelli lucidi,
fulgurant, efferunt
me velut specula.

Puellae
specula, specula,
tu mihi specula

Pueri
O tua blandula
blanda, blandicula,
blanda, blandicula,
tua labella.

Puellae
Cave, cave,
cave, cavete!

Pueri
ad ludum prolectant.

Puellae
Cave, cave,
cave, cavete!

Pueri
O tua lingula
lingula, lingula,
usque perniciter
vibrans ut vipera.

Puellae
Cave, cave,
cave, cavete,
cave meam viperam
cave meam viperam,
nisi te mordet.

Pueri
Morde me!

Puellae
Basia me!

Pueri
Morde me

Puellae
Basia me!

Pueri
Morde me!

Puellae
Basia me,
basia me,
basia me!

Pueri, Puellae
Ah!!

Pueri
Tu es Venus,
Tu es Venus,
Venus es!

Puellae
O me felicem,
o me felicem.

Pueri
In te,
in te,
in te habitant
omnia gaudia,
omnes dulcedines,
omnis voluptas.

In te, 
in te,
in tuo amplexu
in tuo ingente amplexu
tota est,
tota est,
mihi vita.

Puellae
O me felicem!!

Pueri, Puellae
Eis aiona!
Eis aiona!
Eis aiona!

Senis
"Eis aiona!
Eis aiona!
Eis aiona!"

O res ridicula!
O res ridicula!
inmensa stultitia.

Nihil durare potest
tempore perpetuo.
Cum bene Sol nituit,
redditur Oceano.
Decrescit Phoebe,
quam modo plena fuit,
Venerum feritas saepe
fit aura levis.

"Tempus, tempus,
tempus amoris
cubiculum
non est."

Sublata lucerna
nulla est fides,
perfida omnia sunt.

O vos brutos,
vos stupidos
vos stolidos!

Senex
"Lanternari,
tene scalam!"

Senis
Audite, audite,
audite ac videte!:

"Catulli carmina
Catulli carmina
Catulli carmina".

Pueri, Puellae
Audiamus!!
Muchachos, Muchachas
¡Para siempre!
Eis aiona!
Tuyo soy
Eis aiona!
tuyo soy!
oh, vida mía,
Eis aiona!
tuyo soy,
eis aiona

Muchachos 
Tú, querida
mi querida amiga
eres mi cariño

Muchachas
cariño!

Muchachos
¡Cariño mío,
cariño mío!

Muchachas
¡cariño, cariño
dime, dime
que me amas!

Muchachos 
Oh, tus ojos
joyas brillantes,
fulguran, me reflejan
como espejos.

Muchachas 
espejos, espejos,
¿tus espejos?

Muchachos
Oh, tus tiernos
tiernos, tiernecitos,
tiernos, tiernecitos,
tus labios.

Muchachas
Cuidado, cuidado,
ten cuidado!

Muchachos 
invitan a jugar.

Muchachas
Cuidado, cuidado
ten cuidado!

Muchachos
Oh tu lengüecita,
tu lengüecita,
vibra rápida e inquieta
como una víbora.

Muchachas
Cuidado,
ten cuidado,
cuidado con mi víbora
cuidado con mi víbora,
o te muerde

Muchachos
¡Muérdeme!

Muchachas
¡Bésame!

Muchachos
¡Muérdeme!

Muchachas
¡Bésame!

Muchachos
¡Muérdeme!

Muchachas
¡Bésame!
¡Bésame!
¡Bésame!

Muchachos, Muchachas
¡Ah!

Muchachos 
Tú eres Venus
Tú eres Venus,
eres Venus!

Muchachas
¡Feliz de mí!
¡Feliz de mí!

Muchachos 
En ti
en ti
en ti habitan
todas las alegrías, 
todos los placeres,
todos los gozos.

En ti,
en ti,
en tus abrazos,
en tus grandes abrazos,
está todo,
está todo,
mi vida.

Muchachas
¡Feliz de mí!

Muchachos, Muchachas
¡Para siempre!
¡Para siempre!
¡Para siempre!

Viejos(mordaces)
"¡Para siempre,
para siempre,
para siempre!"

¡Ridiculeces!
¡Ridiculeces!
Tontería inmensa.

Nada puede durar
un tiempo perpetuo.
Cuando el Sol brilla bien,
es reflejado por Océano.
Decrece Febe (Luna),
después que estuvo llena,
La fiereza de Venus se hace,
a menudo, un soplo leve.

"Tiempo,
no es tiempo
de amores
y alcoba"

Apagada la lámpara
no hay confianza,
todas las cosas son pérfidas.

¡Oh, brutos,
estúpidos,
necios!

Un Viejo 
¡El de la linterna,
sujeta la escalera!

Viejos
Oíd,
oíd y ved!:

"Canciones de Catulo"
"Canciones de Catulo"
"Canciones de Catulo"

Muchachos, Muchachas
¡Oigamos!
ACTUS  I



Odi et amo, quare id faciam,
fortasse requiris.
Nescio,
sed fieri sentio et excrucior.



Lesbia, Catulo
Vivamus mea Lesbia, atque amemus,
rumoresque
senum severiorum
omnes unius aestimemus assis!.

Soles occidere et redire possunt:
nobis cum semel
occidit brevis lux,
nox est perpetua una dormienda.

Da mi basia mille, deinde centum,
dein mille altera,
dein secunda centum,
deinde usque altera mille,
deinde centum.

Dein, cum milia
multa fecerimus,
conturbabimus illa,
ne sciamus,
aut ne quis malus invidere possit,
cum tantum sciat esse basiorum.




Ille mi par esse deo videtur,
ille, si fas est,
superare divos,
qui sedens adversus identidem te
spectat et audit
dulce ridentem, misero quod omnis
eripit sensus mihi: nam simul te,
Lesbia, aspexi,
nihil est super mi.

Lingua sed torpet,
tenuis sub artus
flamma demanat,
sonitu suopte
tintinant aures,
gemina et teguntur lumina nocte.




Otium, Catulle, 
tibi molestum est:
otio exsultas
nimiumque gestis,
otium et reges prius
et beatas perdidit urbes.






Caeli, Lesbia nostra, Lesbia illa,
illa Lesbia,
quam Catullus unam plus quam se
atque suos amavit omnes,
nunc in quadriviis et angiportis
glubit magnanimi
Remi nepotes.

Nulli se dicit mulier
mea nubere malle quam mihi,
non si se
Iuppiter ipse petat.
Dicit: sed mulier cupido
quod dicit amanti,
in vento et rapida
scribere oportet aqua.


Senis
"Placet, placet, placet,
optime, optime, optime!".
ACTO  I

(Catulo junto a una  columna)

Odio y amo, tal vez preguntes 
por qué lo hago.
No lo sé, pero siento 
que soy torturado y transformado.

(entra Lesbia)

Lesbia, Catulo
¡Vivamos, Lesbia mía y amémonos,
y que los rumores
de los viejos ceñudos
no nos importen nada!.

Los soles pueden ponerse y salir:
para nosotros,
una vez que cae la breve luz,
la noche es eterna para dormir.

Dame mil besos, luego cien,
luego otros mil,
luego otros cien,
luego otros mil más,
y luego cien.

Luego, cuando llevemos
muchos miles,
confundámoslos todos,
para que no los sepamos,
y ningún malvado pueda aojarnos 
al saber cuántos besos han sido.

(Lesbia y Catulo, sentados junto
a la columna)

Me parece que es como un dios,
me parece, si es posible,
que supera a los dioses
aquel que, sentado frente a ti,
puede contemplarte y oírte
riendo dulcemente, dicha que priva
a mi alma de todos los sentidos,
porque apenas te veo,
Lesbia, no hay nada sobre mí.

Mi lengua se para,
un fuego sutil corre
bajo mis miembros,
con un sonido extraño
me tiemblan los oídos,
y una noche doble cubre mis ojos.

(Catulo duerme en el regazo 
de Lesbia)

El ocio, Catulo, te es molesto:
el ocio crea en ti demasiados
arrebatos de excitación, 
el ocio, antes que a ti, 
perdió a reyes 
y a ciudades felices.

(Entran los amantes. Lesbia deja a
Catulo durmiendo. Lesbia baila en
la taberna para los amantes. Entra
Celio. Catulo despierta)

Celio, nuestra Lesbia,
aquella Lesbia,
esa Lesbia, a la que Catulo amó
mas que a sí mismo y a los suyos,
ahora en plazuelas y callejones
despelleja a los descendientes
del magnánimo Remo.

Con nadie más que conmigo
dice mi amada que se uniría,
ni aunque Júpiter mismo
se lo pidiera.
Eso dice: pero lo que dice
la mujer enamorada a un amante
conviene escribirlo en el viento
y en el agua rápida.

(Catulo y Celio salen).

Los viejos
Estupendo!
Muy bueno, muy bueno!


ACTUS II









Iucundum, mea vita, 
mihi proponis amorem
hunc nostrum inter 
nos perpetuumque fore.
Di magni, 
facite ut vere promittere possit,
atque id sincere dicat 
et ex animo,
ut liceat nobis 
tota perducere vita
aeternum hoc sanctae 
foedus amicitiae.

"dormi, dormi,
dormi ancora".









Catulo
O mea Lesbia!
Desine de quoquam 
quicquam bene velle 
mereri aut aliquem fieri 
posse putare pium.
Omnia sunt ingrata, 
nihil fecisse benigne,
nil,  
immo etiam taedet 
obestque magis;
ut mihi, quem nemo 
gravius nec acerbius urget,
quam modo qui me unum
atque unicum 
amicum habuit.

Senis
"Placet, placet, placet,
optime, optime, optime".



ACTUS III





Catulo
Odi et amo, 
quare id faciam, 
fortasse requiris.
Nescio, sed fieri sentio 
et excrucior.





Amabo, mea dulcis Ipsitilla,
meae deliciae, 
mei lepores,
iube ad te veniam meridiatum.
Et si iusseris,
illud adiuvato,
ne quis liminis 
obseret tabellam,
neu tibi lubeat foras abire.
Sed domi maneas paresque nobis
novem continuas fututiones.
Verum si quid ages,
statim iubeto:
nam pransus iaceo 
et satur supinus
pertundo tunicamque palliumque.




Ammiana, puella defututa
tota milia me decem poposcit,
ista turpiculo puella naso,
decoctoris amica Formiani.
propinqui, 
quibus est puella curae,
amicos medicosque convocate:
non est sana puella, 
nec rogare qualis sit: 
solide est imaginosa.






Miser Catulle, 
desinas ineptire,
et quod vides perisse 
perditum ducas. 
Fulsere quondam candidi 
tibi soles,
cum ventitabas 
quo puella ducebat
amata nobis quantum 
amabitur nulla.
Ibi illa multa 
cum iocosa fiebant,
quae tu volebas 
nec puella nolebat,
Fulsere vere candidi 
tibi soles.
Nunc iam illa non vult: 
tu quoque impotens noli,
nec quae fugit sectare,
nec miser vive,
sed obstinata mente perfer, 
obdura.
Vale puella!
Iam Catullus obdurat,
nec te requiret 
nec rogabit invitam:
at tu dolebis, 
cum rogaberis nulla.
Scelesta, vae te! 
Quae tibi manet vita!
Quis nunc te adibit? 
Cui videberis bella?
Quem nunc amabis? 
Cuius esse diceris?
Quem basiabis? 
Cui labella mordebis?
At tu, Catulle, 
destinatus obdura.





Lesbia
Catulo!

Catulo
Lesbia!



Nulla potest mulier 
tantum se dicere 
amatam vere,
quantum a me Lesbia 
amata mea est.
Nulla fides ullo 
fuit umquam foedere tanta,
quanta in amore 
tuo ex parte reperta mea est.
Nunc est mens deducta tua,
mea Lesbia, 
culpa atque ita 
se officio perdidit ipsa suo,
ut iam nec bene velle
queat tibi,
si optima fias,
nec desistere amare,
omnia si facias.












Pueri, Puellae
Eis aiona!
Eis aiona!
tui sum!

Senis
Oi me!!

Pueri, Puellae
Eis aiona!
Ascendite faces!!
Io!


ACTO II


(Es de noche. Catulo duerme en la
calle ante la casa de Lesbia. 
Soñando, ve a través de la casa, a
Lesbia y a él mismo abrazados en 
el lecho)


Me prometes, vida mía, 
que este nuestro recíproco amor
ha de ser feliz y perpetuo.
Grandes Dioses, 
haced que sea capaz 
de mantener su promesa
y que lo diga sinceramente 
y de corazón, 
para que podamos prolongar 
por toda la vida
el imperecedero lazo 
de un amor santo.

"Duerme, duerme,
ahora duerme"

(Lesbia acaricia a un amigo)

Escena Lasciva

(Catulo reconoce en sí mismo 
a Celio. Catulo despierta; 
la casa cubierta en tinieblas)

Catulo
¡Oh, mi Lesbia!
Deja de querer hacer el bien 
a nadie en lo más insignificante, 
y no pienses que persona alguna 
es capaz de mostrarse agradecida.
Todo es ingratitud, 
de nada sirve obrar bien,
por el contrario, trae fastidio, 
y lo que es peor, perjuicios.
Tal me sucede a mí, 
que nadie me persigue 
con más rabia y encarnizamiento 
que el hombre que hasta hace poco
me consideró como 
su sólo y único amigo.

Viejos (aplaudiendo)
¡Bien, bien, muy bien! 
¡Bravo, bravo ,bravo!



ACTO  III


(Hay luz. Catulo está 
junto a la columna)

Catulo
Odio y amo, 
tal vez preguntes por qué lo hago.
No lo sé, 
pero siento que así me sucede 
y me tortura.

(Ipsitila, hermosa muchachita,
 aparece en la ventana y Catulo,
apasionado, le escribe una carta.)

Yo te ruego, mi dulce Ipsitila,
mis delicias y mi encanto,
que me invites 
a echar la siesta contigo.
Y si me invitas, da órdenes
para que nadie 
eche el cerrojo de la puerta, 
y a ti no se te ocurra salir fuera.
Quédate en casa y prepárate 
para que disfrutemos
de nueve coitos seguidos.
Si en verdad estás dispuesta, 
invítame inmediatamente:
Pues cuando después de comer 
me tiendo boca arriba
atravieso la túnica y el manto.

(Entra Ameana, joven corrompida, 
que choca con Catulo)

Ameana, joven corrompida
me ha pedido diez mil sestercios,
esa joven de nariz fea,
amiga del manirroto de Formio.
Parientes a cuyo cargo 
está la joven, llamad a los amigos 
y a los médicos:
la muchacha no está en sus cabales, 
no preguntéis que le ocurre:
padece alucinaciones.

(Catulo aparta a Ameana.
Entre amantes y meretrices
que pasan, Catulo implora 
a Lesbia una y otra vez.) 

Desgraciado Catulo, 
deja de hacer tonterías,
y lo que ves que ha muerto,
dalo por perdido.
Brillaron para ti,
en otro tiempo, días luminosos,
cuando a menudo acudías
a donde te llevaba una jovencita,
amada por nosotros como 
jamás será ninguna.
Allí tenían lugar entonces,
aquellos innumerables goces
que tú deseabas y ella no rechazaba.
Cierto es que brillaron para ti
días luminosos.
Mas ahora, ella no quiere:
también tú, aun no pudiendo,
deja de querer,
y no corras tras la que te huye, 
ni vivas desgraciado, 
sino obstinadamente resiste 
y no cedas.
¡Adiós muchacha! 
Ahora Catulo se ha endurecido,
no te buscará ni te suplicará 
para que le rechaces:
Pero tú llorarás cuando 
no te ruegue más.
¡Desgraciada, ay de ti! 
¡Qué vida te espera!
¿Quién se te acechará ahora?
¿A quién parecerás hermosa?
¿A quién amarás ahora?
¿De quién dirás que eres? 
¿A quién besarás?
¿Qué labios morderás?.
Pero tú, Catulo, 
como te has propuesto, 
mantente firme.

(Catulo corre titubeante entre los
amantes. Entran Celio y Lesbia)

Lesbia
¡Catulo!

Catulo:
¡Lesbia!

(La rechaza) 

Ninguna mujer puede decir 
que ha sido amada tan sinceramente, 
como lo has sido tú por mí, 
Lesbia mía.
Ningún pacto de amor fue jamás 
respetado con tanta fidelidad 
como yo, por mi parte, 
he mostrado en mi amor hacia ti.
A tal punto se ha reducido mi alma
por tu culpa, Lesbia mía,
y tanto se ha arruinado 
ella misma por su fidelidad, 
que ya no puede quererte, 
aunque te volvieras 
la mejor de todas,
ni dejar de desearte,
aunque por todos los medios 
lo intentaras.

(Lesbia huye a su casa.)

Concluye este  juego escénico.

CORO

(Los jóvenes, ya de día, 
excitados por este espectáculo,
son de nuevo consumidos mutuamente
por la pasión)

Muchachos, Muchachas
íPara siempre!
Eis aiona!
Tuyo soy

Viejos
¡Basta ya!

Muchachos y Muchachas
Eis aiona!
Levantad las caras!!
¡Io!