Un instrumento de madera es básicamente un tubo en el cual vibra una columna de aire. A menos longitud de tubo, más corta la columna de aire vibrante, más altas las notas. Contrariamente, cuando más largo es el tubo, más larga la columna de aire vibrante y, por tanto, las notas serán más bajas.

El término Madera se aplica a todos estos instrumentos, a pesar de que algunos están hechos de metal y otros materiales tales como plástico, ébano, cuerno y marfil. El nombre les fue dado a la mayoría de estos instrumentos cuando eran fabricados de madera. A medida que aparecieron, fueron incorporándose gradualmente, nuevos materiales a la fabricación de estos instrumentos.
Todos los instrumentos de madera tienen una serie de agujeros taladrados a lo largo del tubo. La flauta dulce es uno de los ejemplos más elementales. Sin embargo, debido a la longitud de los instrumentos orquestales de madera, muchos de estos agujeros no podían ser alcanzados por los dedos de los intérpretes, así, en un largo período de tiempo, se fueron introduciendo una serie de mecanismos a base de teclas y llaves. A medida que la música que debían interpretar estos instrumentos se hizo más dificil muchos de éstos fueron desarrollados en este sentido.


Nótese la variable anchura de los agujeros. Esto permite que el instrumento sea afinado con exactitud.

En las imágenes puede observarse que cada uno de los instrumentos producen sonido cuando el intérprete sopla en ellos. Estos instrumentos actúan de una de estas dos formas: 1º Soplando a través de un agujero, tal como se sopla a través de la boca de una botella:

Los instrumentos que usan este método forman la familia de las flautas.

2º Soplando a través de una caña en forma de lengüeta, similar a cuando se producen sonidos situando una brizna de hierba entre los pulgares y, luego, soplando:

Este método se utiliza en las familias de los oboes, clarinetes, saxofones y fagots