Historia
Para conocer el origen del instrumento
que nos ocupa debemos remontarnos a la consideración de algunos
otros instrumentos musicales más antiguos de los cuales el piano
es, de alguna manera, una evolución.
El instrumento musical
más
antiguo que inicia la línea
evolutiva que culmina en lo que hoy conocemos como piano es la Cítara.
Este instrumento es originario de Africa y del sudeste de Asia y se remonta
a la Edad de Bronce (alrededor del año 3000 a.C.). Consistía
en un conjunto de cuerdas dispuestas a cierta altura sobre una pequeña
tabla, que eran puestas a vibrar mediante las uñas de los dedos
o algún otro elemento punzante.
Si imaginamos
un instrumento musical que sea como una gran cítara, con una gran
cantidad de cuerdas que, en lugar de ser puestas a vibrar por las uñas
de los dedos o por algún elemento punzante, son puestas a vibrar
mediante la percusión de un pequeño martillo sobre las mismas.
El instrumento imaginado será un piano.
Un instrumento posterior
a la cítara, aunque con ligeras variaciones, fue el Monocordio
(observe su fotografía en la página cinco del libro "Piano").
Su construcción se basaba en la colocación de una sola cuerda
(de allí su nombre: Mono=una Cordio=cuerda) considerablemente más
larga que las de la cítara, vibrando sobre una pequeña caja
de resonancia construida de madera. Sobre este instrumento fue que Pitágoras,
el famoso filósofo griego, realizó sus estudios sobre las
relaciones entre los intervalos musicales, entre otros.
El siguiente paso evolutivo
lo constituyó el Salterio, un instrumento construido sobre los
principios de la cítara pero con una forma trapezoidal en función
de las distintas longitudes de sus cuerdas. Poseía una rudimentaria
tabla armónica y pequeños puentes tonales. La forma trapezoidal
del salterio es la que más tarde se hace presente en el diseño
de los primeros harpiscordios. Una variación del salterio la encontramos
en el Dulcimer (página cuatro del libro "Piano") que,
siguiendo básicamente los mismos principios de construcción
que el salterio, estaba pensado para que sus cuerdas no sean tocadas con
las manos o con algún elemento punzante sino para que sean percutidas.
El piano tal cual lo conocemos
hoy en día se basa, entonces, en los principios de construcción
de los instrumentos mencionados, cuyas cuerdas no son ya tocadas con las
manos sino percutidas por martillos.
Hay
una serie de elementos constitutivos de todos ellos que, si bien han ido
variando de forma, tamaño y material de construcción, se
hallan presentes en el piano. Estos elementos se pueden resumir en los
siguientes: un bastidor, esqueleto o estructura, un variado número
de cuerdas tensadas a través de él que vibran a una determinada
altura de una tabla o caja que se ocupa de amplificar su sonido. En los
instrumentos más antiguos, salvo en el dulcimer, estas cuerdas,
afinadas convenientemente y de muy distintas maneras a lo largo de la
historia y de las regiones geográficas, son tocadas con los dedos.
La
idea de interponer algún tipo de aparato mecánico entre
las cuerdas y los dedos, de tal modo que aquellas no tengan ya que tocarse
directamente con los dedos, no es tan antigua y conforma uno de los últimos
pasos en la evolución del piano. Se supone que los primeros intentos
en este sentido tuvieron lugar alrededor de los siglos XII y XIII.
Entre
estos instrumentos encontramos al Clavicordio, un instrumento en el cual
las cuerdas eran puestas a vibrar mediante un pequeño clavo o aguja
metálico. Este clavo o aguja era puesto en movimiento desde un
teclado accionado por los dedos. Este teclado, mediante sistemas más
o menos complejos de piezas de madera o metal, resortes y paños,
transmitía su movimiento al clavo o aguja. Este último "enganchaba"
la cuerda y la liberaba inmediatamente poniéndola a vibrar.
Un
desarrollo posterior aunque contemporáneo al Clavicordio produjo
un instrumento llamado Harpiscordio. La diferencia que encontramos entre
ambos es que en este último las cuerdas eran puestas a vibrar mediante
un plectro o con la nervadura de plumas de aves.
Alrededor
del año 1695 un italiano llamado Bartolomeo Cristofori comenzó
a construir un instrumento que, aunque básicamente era de una especie
similar al Clavicordio y al Harpiscordio, incluía en el diseño
de su mecanismo un concepto revolucionario. Puesto que tanto el Clavicordio
como el Harpiscordio ponían a vibrar las cuerdas mediante algún
tipo de púa o plectro, las cuerdas comenzaban a vibrar siempre
con el mismo volumen y tono independientemente de cuan rápida o
lentamente se presionaran las teclas. En el instrumento desarrollado por
Cristofori el elemento que ponía las cuerdas a vibrar era una pieza
de madera con la forma de un martillo cuya punta estaba recubierta de
cuero. Esto no producía un sonido metálico y estridente
como en el Clavicordio y el Harpiscordio sino un sonido mucho más
dulce y sostenido. Además, el mencionado martillo tenía
un sistema de escape mediante el cual era posible variar tanto el volumen
como así también el tono del sonido. En este instrumento
estaba notablemente aumentada la capacidad expresiva musical ya que en
él no era solamente posible producir un determinado sonido siempre
al mismo volumen y tono, como se mencionó acerca de los dos instrumentos
que anteceden al piano, sino que también era posible producir sonidos
con más o menos volumen que otros y producir una muy ligera variación
tonal. Y todo esto, claro está, era posible hacerlo desde el teclado,
según como éste se tocara. Movimientos rápidos y
bruscos de la tecla producían sonidos de gran volumen y brillantes;
movimientos lentos y apaciguados producían sonidos de menor volumen
y más dulces en cuanto al tono.
Este
fue entonces el primer piano que se construyó. El señor
Bartolomeo Cristofori lo llamó "Forte-Piano", nombre
que no significaba nada más que hacer referencia a lo que acabamos
de decir como sus principales características: que el instrumento
podía producir sonidos fuertes (forte) y suaves (piano). Hoy en
día utilizamos más comúnmente la palabra Piano para
referirnos a este instrumento.
Bartolomeo
Cristofori construyó tres pianos en toda su vida, el más
antiguo de los cuales se conserva en el Museo Metropolitano de Arte de
New York y data de 1720
Desde
los primeros pianos del italiano hasta los pianos actuales muchas mejoras
y avances se han hecho, pero el concepto y la idea fundamental para su
construcción continúan siendo las mismas. Se han optimizado
materiales para lograr una mejor calidad de sonido, se ha aumentado paulatinamente
el número de notas para ampliar la capacidad musical del instrumento
y se ha mejorado el diseño para lograr una mejor perfomance. Pero
el concepto fundamental de Forte-Piano como un instrumento capaz de lograr
sonidos fuertes y suaves permanece siendo el mismo.
Desde
el piano de Cristofori hasta el piano moderno
Como
recientemente mencionamos, el piano de Cristofori fue el primero en poseer
un sistema de mecanismo con martillo que podía lograr tanto sonidos
fuertes como suaves. En 1711 Scipione Maffei describe uno de los primeros
pianos de Cristofori como un "harpiscordio (gravicémbalo)
con fuerte y suave".
Hacia
1726 Cristofori introduce un nuevo elemento en sus pianos, el sistema
"una corda" que permanece hasta nuestros días. Se basaba
en la posibilidad de permitir al ejecutante mediante un comando especial
desplazar el mecanismo de tal modo que cada martillo golpee sobre una
menor cantidad de cuerdas de lo que habitualmente hace para lograr un
sonido muy suave. En los pianos modernos actuales el "una corda"
permite que el martillo del piano golpee sobre solo una cuerda de cada
grupo.
Las
primeras composiciones específicas para pianos hacen su aparición
en 1732. Son las famosas 12 sonatas para piano de Giustini.
Juan
Sebastián Bach toma contacto por primera vez con un piano hacia
el año 1750. El piano estaba construido por Gottfried Silbermann
quien construía pianos desde 1725.
Este
era un constructor de órganos de la ciudad de Freiberg, en Saxonia.
Tomó contacto con el piano de Cristofori hacia finales de la década
del 20 lo que lo movió a construir los suyos propios. Bach se puso
en contacto con él y le pidió que alivianara el mecanismo
y que reforzara el volumen del sonido en las octavas superiores. Silbermann
concretó el pedido lo que produjo que Bach se convirtiera en Agente
de ventas de estos pianos.
Desde
el taller de Gottfried Silbermann se desarrollaron las famosas escuelas
de construcción de pianos conocidas como la "Escuela alemana"
y la "Escuela inglesa".
Dos
discípulos de Silbermann llamados Johannes Zumpe y Americus Backers
emigraron a Londres donde desarrollaron un piano que poseía el
mismo mecanismo que el de Cristofori aunque con notables modificaciones.
Este mecanismo evolucionado fue el más tarde se llamó "Mecanismo
inglés".
Otro
discípulo de Silbermann llamado Stein, tal vez el más notable
de ellos, realizó otras variantes al mecanismo original de un diseñador
llamado Schroter. Este mecanismo fue el que más tarde se conoció
como "Mecanismo alemán o Vienes".
Entre
los años 1760 a 1830 hubo una gran expansión en la construcción
de pianos. En 1762 se produce el primer concierto de piano en toda la
historia realizado por Henry Walsh en Dublin. El piano cuadrado, una variante
especial del piano de cola, hace su debut en 1776 por construcción
de Sebastián Erard.
En
1773 se publican las famosa sonatas para piano Opus 2 de Muzio Clementi
que intentan utilizar al máximo los recursos del piano. En 1775
se construye el primer piano en los Estados Unidos de América en
una fábrica instalada en Filadelfia.
En
1795 se desarrolla en Londres en primer piano vertical. Su diseñador
era William Stodart.
En
1808 Sebastián Erard, un diseñador de pianos Francés
de origen alemán, patenta su famoso mecanismo de simple repetición
y presenta el agrafe que permitía permanecer a las cuerdas en su
exacto lugar luego del golpe de martillo. En 1810 Sebastián diseña
el mecanismo de pedales tal como llega hasta nuestros días. En
1822 introduce su mecanismo de doble repetición que permitía
una gran velocidad de repetición entre sus teclas.
En
el año 1828 Ignaz Bösendorfer funda su fábrica en Austria.
Estos pianos se encuentran actualmente entre los más destacados
del mundo. El año 1853 marca un hito en lo que se refiere a formación
de fábricas de pianos que hoy son de renombre. El alemán
Heinrich Steinweg emigra a los Estados Unidos de América y funda
Steinway and Sons en New York. Julius Blüthner funda su fábrica
en Leipzig y Carl Bechstein hace lo suyo en Berlín.
En
1863 Steinway diseña y construye el piano vertical moderno con
cuerdas cruzadas y una sola tabla armónica. En 1874 perfecciona
el pedal Sostenuto. En ese mismo año J. Blüthner patenta su
famoso sistema aliquot que incrementa la resonancia de las cuerdas al
introducir una cuarta cuerda adicional a cada grupo de tres, aunque más
elevada. Esta cuerda no es percutida por el martillo sino que vibra en
simpatía.
En
1880 Steinway abre una sucursal en Hamburgo comenzando a competir en el
mercado europeo con sus dos fuertes contrincantes: Bechstein y Blüthner.
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