Alexis
Emmanuel CHABRIER
[Nacido
en Ambert, Puy-de-Dóme, 18-1-1841, muerto en París, 13-9-1894].
Compositor francés. A los 6 años empezó a estudiar
piano con un español, Manuel Zaporta. Estudió en Clermont-Ferrand
(1852) y en París (1856) donde se licenció en Derecho
en 1861. Sin embargo continuó sus estudios musicales en Clermont-Ferrand
con Tarnowski y en Paris con Édouard Wolff (piano), Richard Hammer
(armonía), Théophile Semet s. Aristide Hignard (escritura).
Siguiendo el deseo de sus padres, entró como supernumerario en
el Ministerio del Interior (octubre 1861).
Apasionado por el arte y la literatura, trabó amistad con Manet,
con los impresionistas, cuyos cuadros coleccionó. Frecuentó
el entresuelo del editor Lemerre, lugar de cita de los parnasianos y
de los jóvenes escritores, y se relacionó con Verlaine,
quien le proporcionó e libreto de 2 operetas que dejará
sin terminar, Fisch-Ton-Kan y Vaucochard et Fils ler, y también
una 3.ª que, modificada , será representada con el título
de L'Etoile. En 1879, en Munich, asistió a la representación
de Tristán y se sintió muy impresionado. A partir de entonces
decidió dedicarse por entero a la composición y, en 1880,
dejó el Ministerio, Al año siguiente, Lamoureux, que acababa
de crear los Nouveaux Concerts, lo llamó para que le secundara.
Durante
el otoño de 1882, acompañado por su mujer, Chabrier recorrió
España. Este viaje le inspiró España, composición
que lo hizo famoso.
A partir de 1883, pasó varios meses cada año en casa de
su suegra, en La Membrolle, cerca de Tours, donde compuso la mayor parte
de su obra hasta su muerte, 10 años después. Mientras
confía al piano -en el que había alcanzado un limitado
virtuosismo- piezas cortas como las Piéces pittoresques, escribe
para el teatro lírico. Pero no conseguirá representar
más de una vez, y además en un círculo privado,
Une Education manquée, en la que el piano sustituye a la orquesta;
Le Roi malgré lui verá truncado su éxito tras la
3.1 representación por el incendio de la ópera Cómica.
Gwendoline, interrumpida después de la 2.ª representación
en la Monnaie de Bruselas por la quiebra del director, será acogida
por la Ópera de París demasiado tarde (20 de diciembre
de 1893) para que Chabrier, cercano ya a la muerte, pueda disfrutar
de ella. Finalmente, minado por una enfermedad incurable, será
consciente de su incapacidad para terminar Briséis. Por lo menos
había tenido la satisfacción de encontrar en F. Mottl
un activo admirador gracias al cual Gwendoline y Le roi malgré
lui consiguieron grandes éxitos en Alemania. Sus últimos
años se vieron ensombrecidos por las preocupaciones. Sin embargo,
continuó escribiendo obras llenas de vida Y de alegría:
Prélude pastoral y Joyeuse Marche Romances "zoológicas",
Ode á la Musique, Bourrée fantasque.
Chabrier, "maravillosamente dotado por la musa cómica"
(Debussy), había planeado escribir un Pantagruel ya que el genio
de su creador coincidía bastante con el suyo.
La sombra del autor de Tristán le obsesiona a la vez que intenta
evitarla. De hecho, este "wagneriano de intención"
abrirá a la música perspectivas opuestas a las de Wagner:
gamas modales y defectivas minan el mayor-menor y dan nueva vida a una
tonalidad empobrecida. En las voces cándidas del terruño
encuentra el antídoto más eficaz contra el filtro wagneriano.
Por muy apasionado que se sienta por las novedades armónicas,
rítmicas y orquestales, Chabrier se alimenta del canto ancestral.
Este "eterno desconocido", en un momento en que los músicos
serios desean hacer oír una lengua noble sometida a los grandes
desarrollos sinfónicos se vincula a las formas aparentemente
más anticuadas: la opereta, la romántica música
de salón... Sin embargo Franck, tras la audición de las
Piéces pittoresques, no se equivocó quién iba a
definir sus ideas: "Esta música liga nuestro tiempo al de
Couperin y de Rameau." Realmente, aparece una nueva concepción
del arte: con Chabrier nace la música moderna.